9 de abril de 2015

SE HACEN AMARRES...

     


No creo en la brujería, ni soluciones milagrosas provocadas por otra persona que no sea uno mismo o ese poder universal para mi llamado DIOS, es dificíl hacer que alguien quiera por su propia voluntad pasar su vida con nosotros, hay "amores" de un suspiro, tal vez suene romántico cuando de novios toman tu mano la besan y te prometen amor eterno y dar la vida por ti, tal vez un ramo de rosas sea el detalle más común y romántico, pero es tan fácil prometer y comprar rosas; cuando para Disney es el final feliz y el "vivieron felices para siempre" es cuando esas promesas y ese romanticismo se va volviendo complejo y delicado, cuando el ramo de rosas no es suficiente y las promesas empiezan a caer una a una, dejando la del "amor eterno" como última esperanza, es ahí justo en ese momento cuando se hacen los amarres que la vida te da.

     Es cuando tienen que acomodarse las cositas de recién casado en un departamentito de 2 x 2, cuando de verdad tienes que limpiar la casa o reparar el baño, cuando tienes que ceder el lado de tu cama o jalar la cobija, cuando tienes que mudarte o cambiar la zona donde vivías tal vez toda tu vida, cuando cumples los antojos a media noche de una mujer  con las hormonas alborotadas por un embarazo, cuando los hijos te llevan a dormir al filo de la cama, cuando la quincena no alcanza, aunque tal vez te lo esperabas, pero esto ya para muchos es demasiado nudo y solo quieren desenredarse de tanto lío.

     Que pasa cuando las cosas van realmente mal, cuando pasas meses en un hospital por un hijo o por uno de los dos, cuando no se puede o no se encuentra trabajo durante un largo tiempo, cuando el infortunio o la confianza los deja con una mano adelante y otra atrás y años de trabajo tirados a la basura, cuando el nivel de vida que llevabas o llevaban baja considerablemente, con la muerte de  un ser querido, yo digo que ahí es cuando se hacen los amarres, es ahí cuando un beso y un yo estoy aquí para dar mi vida por ti en hechos y no en palabras  deja un nudo ciego  de esos que cuando el demonio quiere enredar la cola entre los dos le cuesta trabajo deshacer.

     A mí hace unas semanas la vida me hizo un doble nudo ciego, pero creo que todos los casados tendremos más de uno y a medida que pasamos la vida compartiéndola en pareja nos amarramos mas  ¿ustedes cuantos amarres tienen en su haber?