23 de enero de 2014

33


        El 16 de enero cumpli años y aunque para mi gordito tenga "15" yo felizmente digo que tengo 33 años no todos fáciles pero si hermosos y llenos de enseñanzas, hoy solo quiero cambiar esa indiferencia a mis miedos pensando que si no les hago caso sólitos se van a ir, ¡Que error más grande! Porqué mi silencio ha sido su principal alimento, son muchas cosas que aun me faltan por hacer y muchas veces solo me he dejando llevar por los vientos del norte que alguna que otra vez pierden la brújula pero nunca el horizonte, han sido tantas metas que e cambiado o modificado poco a poquito, he abierto y cerrado infinidad de ciclos, que esta que soy ahora no se parece en nada a lo que fui ayer y no sé si pueda reconocerme mañana,  raíces tan fuertes y dignas que no me han dejado marchitar, pero también no me han dejado volar demasiado lejos.

A mis treinta y tres tengo pocos deseos por realizar: seguir sembrando experiencias hermosas a mis seres queridos, quiero una noche romántica a la orilla del mar alumbrada por velas, arrullada por trova y que mi amor me susurre al oído a Mario Benedetti mientras sus manos reconocen mi piel; quiero ser mi propia jefa en ese negocio que he postergado por años; quiero conocer mas esté hermoso planeta, no se tal vez un buen viaje por año; quiero hacer mas amigos y conservar a los pocos pero mejores amigos que Dios me dio la dicha de conocer y de tratar por este medio (gracias por su amistad blogera Angie, Sofi y bichitoluminoso) quiero ser un  buen ejemplo para mi pequeño polluelo y encubar uno más;  quiero volver a leer un libro por mes; quiero vestir mucho mejor pero ser precavida para que la vejes no me encuentre solo bailando con un chanel; quiero dar pero no a manos llenas, quiero robar besos que son los más ricos, quiero que mi madre me de un beso loco, quiero enseñarles a mis hijos lo que significa un beso loco; quiero hacer mi propia huerta, mi propia composta y decorar mi casa; doblarme de risa mas seguido, aprender a gritar a todo pulmón de agradecimiento por lo mucho que tengo, para llamar  lo poco que me falta y así espantar todos esos miedos que mi cabeza forma y no son mas que una niebla.