9 de agosto de 2013

DE PETO LARGO

 
              Yo se que algún@ de ustedes ha visto alguna película viejita, si esas de blanco y negro, donde las protagonistas aparecían con una cinturita diminuta y unas bubis en forma de cono, esa era la moda llevar a tus niñas estilo pico de Orizaba, eran unos braciers feos como los de la imagen de abajo
 


Si tal vez te dejaban la cintura de María Victoria su mayor exponente
 
¿Pueden verle esos conos que se forman en su pecho?

            Les cuento que la maestra de corte y confección (antes se daban estos talleres en las secundarias del país) de mi sacrosanta madre era socia o al menos le pasan una comisión por venderlos ya que a todas sus pupilas les inculco el uso de este bello bra para evitar las odiosas longitas con el precepto de quien no lo usase  luciría toda su vida unas lonjas desparramadas en vez de cintura, bueno pues mi madre bien obediente hasta hace algunos años los seguía usando y si bien es cierto no luce el cuerpazo de María Victoria que creo no se los ha de quitar ni para dormir, mi madre para su edad aun conserva su cintura y no tiene lonjas desparramadas (aunque aquí entre nos mas que el bra fue la genética y la alimentación), bueno pues les cuento que allá por esos bellos años de mi pubertad secundariana cuando mis pequeñas bibis eran apenas un brotecito, está secta malvada del brasier de peto largo capturo a mi madre, la cual nos obligaba a IR A LA SECUNDARIA CON TAN HORROROSA ENCERIA,  en ese momento lo que menos me importaba es que te dejaban pegado el esternón con la espalda y a la hora del recreo me llenaba con solo una papa frita pues al acabar el recreo mi hermosa pansita llena botaba el mugre peto asía arriba y las varillas plásticas que contiene tal elemento de tortura me sacaba el aire de los pulmones, imagínense que ocupe menos tácticas de respiración en el parto de mi hija que en las clases de biología que seguían del recreo y en la que me hice preferida del maestro por preguntar tanto, en sí yo no quería participar lo que deseaba es saber, porque teníamos tantos órganos y si había alguna forma de molecularmente exprimirlos y que me dieran un respiro menos forzado, bueno estó era lo fácil lo difícil era alejar a mis amigas, compañeros y claro pretendientes a no tocarme por que se imaginan que sintieran esa horrible tela dura sería el acabos mi piel se sonrojaría, mi respiración aumentaría y los latidos se acelerarían, no podría con eso sería con un paro cardiaco fulminante o le entraba aire a los pulmones o el corazón latía no habría mas, mi adolescencia acabaría y mi vida sería un desastre, así que llegando a casa tome el dicho peto, deje mis nenas al aire y le dije a mi madre: Madre seré gorda y lonjuda lo acepto acéptalo tú también por que jamás volveré a usarlos, pobre madre mía ya había comprado varios que al menos yo use una que otra vez por lastima o por muchaaaaaaa tonta vanidad, pero mi hermana jamás volvió a usar uno y la verdad no estamos tan lonjudas y siendo observador hasta pueden ver nuestra cinturita.
 
Aquí acaba el cuento de terror de los bracieres de peto largo que por lo que he visto la secta se resiste a morir y en las tiendas de lencería los puedes ver haciéndote ojitos bizcos para que los compres, pero conste bajo advertencia no hay engaño chicas huyan, huyan lo mas que puedan y vivan felices gordas o flacas pero con aire en los pulmones.