Sé que el primer día que mis ojitos vieron la luz tu estuviste ahí aun que no te quedaste por mucho tiempo, sus problemas ustedes los tenían pero decidiste involucrarme en ellos y dejar nuestra historia sin historia, sin anécdotas que contar, sin caricias, peleas, gestos, gritos, risas y besos, sé que me observabas en silencio y tal vez en el fondo de tu corazón una luciérnaga parpadea muy de repente; El día que te conocí deje de creer en historias fantabulosas donde tú eras el héroe para volverte un villano cruel y frío, me hiciste dejar de creer en ti y lo peor de todo es que deje de creer en MI, el cariño de mi madre me ha hecho no odiarte, es mas entendí que tu partida aun sin tu saberlo nos hacia mas bien que mal y hoy te digo donde quiera que estés:
PADRE YO CONFIO EN TI, PERO SOBRETODO CONFIO EN MI
Wow. Me quedo sin palabras. Es muy difícil manajar el afecto hacia nuestros padres...al final de cuentas son desconocidos que intentamos conocer. Bueno, un poco como nosotros mismos: somos desconocidos y empezamos a conocernos. A veces, antes de eso, nos gana la muerte. O la vida.
ResponderEliminarMuchos saludos =)